Disciplina China

lunes, 1 de enero de 2018

AMO MARIO REY : UN REY, MIL MUNDOS

Chet Baker y Mario Rey

Es difícil escribir de uno mismo sin caer en la pedantería y es mucho más difícil definirse dentro de un rol de dominante, dirigido o vinculado al BDSM, sin caer en el egocentrismo o en la soberbia. Si a todo esto le sumamos que la práctica que ejerzo está fundamentada en mis propios principios de Disciplina China, en este blog, la redacción es una definición casi imposible.

Mi blog es genuino, único, personal y sin plagios de nada ni de nadie en todo su contenido y si bien carece de premios o de cierto reconocimiento podemos observar con respecto a otros blogs que dicen mucho y no aportan nada a lo ya conocido acompañando textos con fotografías tratadas de modelos que nada tienen que ver ni con el mundo de la sumisión ni con el BDSM dándoles así importancia a lo escrito antes que lo sentido.

Disciplina China no está sujeto ni a calificaciones personales ni grupales porque simplemente se define exclusivo y libre de propagandas o etiquetas que traten de encasillarlo juzgándolo porque mi concepto del BDSM lo transcribí como compositor de música en este blog para no parecerse a lo establecido hasta entonces.

No obstante intentaré ser objetivo, personal, y no caer en cierta reiteración de mí mismo o de mi propia Disciplina China pues lo que importa es la contribución que podamos hacer al BDSM en cualquiera de sus disciplinas y poder hacer una meta más allá que nos enriquezca.
Cuando fundé Disciplina China no me di cuenta la sensación ni por darme por enterado ya que me dediqué estrictamente al BDSM como arte llamado Disciplina China y a una entrega de la sumisa que si bien ella requiere y necesita, no sin antes follar su mente sin pausa, que para mí es el único cosa superior que creo y que ningún otro arte supera ni de lejos.

Pocas veces he visto un amo cuyas innovaciones hayan sido tan estudiadas, tan asimiladas y o copiadas hasta la saciedad por distintos amos alabando la cita de Pablo Ruiz Picasso:”Los buenos artistas copian, los genios roban”.
No hay o no existe amo en el mundo capaz de, consciente o inconscientemente, rendir un homenaje a este blog y no hay para la casi totalidad de todos los amos en sado o no es posible sesionar o someter a una sumisa e improvisar con imaginación sin impedir que en algún momento, lo quieran o no, paguen su tributo a este maestro genuino de blog que es Disciplina China.

Verdadero modelo desde el cual se alinean los dominantes he liberado al BDSM de complejos y tabúes para conferir a la sumisa el papel solista absoluto en su entrega sin medida, sado extremo, que desde el Marqués de Sade, Disciplina Inglesa y Disciplina Alemana se venían dando las mismas cualidades, donde la sumisa quedaba en un segundo plano dando valor al amo dominante que se complacía y se rendía pleitesía donde ahora, en Disciplina China, el rol de la sumisa protagonista se sacia y se complace conmigo: Parte de inspiración y parte de imaginación e improvisación como amo.

Mi innovación es pura metafísica a través de una práctica distinta pues mi filosofía expresa una eternidad diferente puesta en la sumisa a través de recuerdos inolvidables puestos en su piel y marcados en su mente. Soy sensible en lo que corresponde a la armonía del amor y a la simbiosis entre amo y sumisa y me considero un maestro en ambas cosas.
Quité al BDSM la palabra sado, como objetivo, cambiando matices distintos los cuales liberaban a la sumisa de trabas y miedos que son muy importantes para ella a la hora de su entrega, como dolor por molestia, doma por educación o, la más importante, sado extremo por entrega sin medida.

Parezco copiado de Leonardo da Vinci. Pintor en arte pop capaz de reflejar tanto en el lienzo como en la piel de la sumisa su deseo de sumisa perra y zorra puta diseñada por mí. Escritor, ensayista  y poeta escribo desde el romanticismo en sado como arte hasta más allá del sentido del Subspace. Músico y compositor en sado piano utilizo desde una fuga de Bach, una sonata de Mozart a un nocturno de Chopin como preludio para empezar la sesión de sumisión. Inventor y constructor de aparatos de brico-sado donde mi imaginación mecánica aporta a la sumisa otros modos y maneras para servirme y, a la vez, complacerse nunca he dejado de idear en algo que pudiera sorprender a la sumisa para sentirse mi perra para más tarde sacarle la zorra puta que lleva dentro en una dominación mental como arte. Parezco ser todo ello en conjunto o individualmente menos lo que soy y el amo que siento: Un dominante excepcional, renovador del BDSM de los últimos treinta años de la historia del sado.
Efectivamente.
Soy un amo creado a mí mismo con poder de imaginación, con color en la improvisación de la práctica y pasión en la disciplina y doma de la sumisa en esa dualidad del sado y de la doma creador de ese clima donde esa pasión oscura y los silencios de la sesión de la entrega de la sumisa no es otro, para mí, que el sado callado. Todo este conjunto dominado por una técnica fenomenal que me permite ejecutar, sesionar, con éxito mis ideas dominantes. Mi concepto del BDSM combina el arte que soy capaz de crear con la idea que, en ese momento, deseo realizar mezcla de sado pensamiento callado. Describir mi sado pensamiento es toda mi filosofía y su espíritu zen fusionado entre pasión y complicidad amo-sumisa.

Campeón en la elegancia y en la melodía de someter con delicadeza, soy uno de los amos más atrevidos e imaginativos en la práctica de la totalidad de la amalgama del BDSM unidos en conjunto en ese crisol desde el barroco de Sade hasta el neoclasicismo sado medical. Vademécum del sado. Control, dominio y práctica que pocos amos poseen ya sea por conocimientos o por la profesión ya que la práctica es lo que hace el oficio y el ejercicio del oficio hace la profesionalidad en arte que define a cada dominante.

Creador puro donde los haya, soy capaz de someter mil y una veces seguidas la misma disciplina, por ejemplo, y siempre encontrar nuevas posibilidades y siempre darle un tratamiento único, diferente e irrepetible desde lo sutil y delicado hasta lo extremo.

Auténtico Nawashi, maestro en cuerdas, mis manos pueden practicar desde cualquier tipo de Shibari hasta un Kinbaku delicado y exquisito o castigo o tortura en cuerdas, Semenawa y Matanawa, pasando por un arte estético con atadura con cadenas, Suo lian: Obra, creación, aportación y arte de mi imaginación Shibari, más allá del Bondage, cuya magia no necesita trucos.
Soy a la vez que un amo, un creador y artista virtuoso ampliando la idea del BDSM y cuya aportación no se puede medir y no se puede calibrar en su estética. Aquellos dominantes que inspiro lo saben bien porque se puede aprender de lo que escribo y, personalmente, hay que aprender de mí no como un modelo pero sí como un ejemplo porque inventé ideas como sonidos que son nuevos y refrescantes para la disciplina sado dándole, así, otra visión a lo ya establecido y el contenido de mis conceptos han enriquecido el BDSM. He tratado de influir a otros doms en cuanto a calidad y cantidad de ideas abriendo puertas creándome a mí mismo un personaje con unas ideas que yo mismo confeccioné al igual que el diseño de mis chaquetas y camisas no dando puntada sin hilo en mi vida.

Para mí la libertad en sado es encontrar sitio donde, en principio, no la hay. La libertad no está en someter según normas sólidas y rígidas de un amo que impone, tipo sastre, según sus técnicas o principios sino en conseguir que las sesiones sean variadas y divertidas para no hacerlas monótonas y aburridas como son orientadas en mis propios principios de Disciplina China.

Enseño con la integridad que yo mismo someto a diferentes sumisas sin imponer sino complementándome en amo-sumisa para crear un universo de sumisión único que me aísla de categorías establecidas en la que llegué a encontrar mi propia forma de libertad después de una lucha de la tradición formal del BDSM sin llegar a renegar de ella. En sesión nunca he dejado al aire libre ni mi poder de imaginación ni mi poder de improvisación y siempre ha estado todo brillante, con la luz que he podido trasmitir en un mundo especial que no se encuentra en otras cosas y que nada más está ahí.

La cantidad de mi completo conocimiento del sado extremo y mi sentido de la doma me confieren dos mundos combinados entre sí llamados Sadoma. Aquí también mi aportación es notable porque supe, a mi manera, desarrollar y llevar más lejos los conceptos establecidos del sado, combinando disciplinas e imaginación provocando así o creando así unos conjuntos diferenciados y sorprendentes que luego aparecen de mi concepto de la entrega de la sumisa. Toda mi experiencia hace pensar que pertenezco a una serie muy limitada de amos que jamás han sometido mal en la vida con la idea de la sesión bien hecha como práctica lo cual es admirable.

La mazmorra representa el único vínculo ideal y con diferencia, para expresarme en ese medio cuando someto a la sumisa tanto en exterior de mi pensamiento, sado pensamiento, como en interior de mi corazón pues es ahí el ambiente completo de mi sado callado. No hay nada como la profundidad y espiritualidad de una mazmorra, ahí un amo se siente como pez en el agua de su propio dominio de dom y no creo que exista alguien con rol con un mínimo de entendimiento que sea capaz desmentir esto.

Mi individualidad ha sido y es las que más han influido en el desarrollo del sado con una evolución a través de mi técnica depuradísima y con una amplitud de imaginación sin olvidarme de la belleza formal para crear un estilo y una escuela de seguidores. La Sadografía de mi estilo en Disciplina China destacaría:
-.El tratamiento sutil en iniciación y educación de la sumisa.
-.La ligereza y manera de someter con dolor pero armonizando su entrega.
-.La pulcra contribución al orden de la doma de la sumisa para la concesión del collar.
-.Y muy especialmente la sensibilidad del trato en la sesión en sado extremo.
Todo lo cual configura, generalmente, los rasgos de mi figura peculiar y mi personalidad en sado marcada.
Dos mundos se juntan en mi en esa estética entre impresionismo y romanticismo si bien nadie podrá decir que copié nada de ellos para crearme a mí mismo como amo integral teniendo el privilegio de los grandes como innovador y creador en sado y que yo mismo evolucioné, pues, con mi Disciplina China como arte consigo elevarme lo suficientemente alto para escaparme de cualquier tipo de etiquetas, en un mundo tan elevado como lejano y tan secreto como oscuro en el cual brilla una estrella sumisa.

Así es y soy yo, Mario Rey, un hombre que para el sado no posee ningún tipo de secreto, desde los más sencillos rudimentos de cera, pinzas, Spanking o estética Shibari, hasta niveles superiores de Bizarre o Hardcore pasando por el amplio sado medical. Improvisador maravilloso con un toque de originalidad lleno de matices que son inmediatamente reconocidos y me hacen identificables, poseedor de un estilo que está libre de calificaciones y certificados  y que sólo trata de demostrar que hay nuevas posibilidades en el mundo tan amplio del sado. Dejando así, para la posterioridad, una aportación indispensable para el sado y sus derivados sean o no parte de la sumisión. Criticado cuya aportación gratuita no construye nada pero no criticable pues al BDSM se llega para ser no se llega para estar.

Espero y deseo os haya podido acercar de forma humilde pero contundente a mi fascinante, sensible, cautivador y atemporal mundo de sentir el sado de Disciplina China.

Mario Rey: Arte en Sado


Chet Baker.Óleo sobre lienzo 30 x 40.
Autorretrato.Lápiz sobre papel 20x30
Autorretrato.Lápiz sobre papel 20x30