Disciplina China

martes, 8 de febrero de 2011

COLLAR DE SUMISA

collar de sumisa

COLLAR DE SUMISA

Cada sumisa tiene un tiempo y un espacio. El tiempo es el que necesita ella misma para saber qué quiere ser, dónde desea ir y lo que anhela lograr al sentir siendo sumisa. El espacio es el momento que tiene de decisión, que decide por sí misma, por su alma sumisa y por el cual da el primer paso aunque todo ese valor esté añadido por la importancia de encontrar y elegir al dominante adecuado para ser guiada realizando ese camino de entrega que la sumisa palpita como necesidad.

Toda esta cadena que confluye sumisa--tiempo-momento-decisión-Dominante es el instante que necesita entregarse para saciarse y que decide por ella pero a la vez con la frialdad, serenidad y tranquilidad de elegir al Dómino adecuado pues las prisas y celeridad en Dominación/sumisión son malas consejeras y querer apagar la sed que da la ansiedad suele ocasionar que la sumisa beba de un agua no potable.

Aquí radica un inicio muy importante ya que no sólo esa decisión que decide a la sumisa dar ese paso de entregarse sino también tener ese sexto sentido que tiene en sí misma que la guía, la aconseja y la protege. Sin olvidar que entregarse y ponerse en malas manos sólo se obtienen fracasos que sumergen a la sumisa en desconfianzas futuras con otros dominantes y que posteriormente hay que hacer un serio trabajo tanto de derruir miedos como de desescombrar creencias que genera la desconfianza pues para practicar a la sumisa su mente tiene que estar clara y despejada.

En este tiempo la sumisa dilata el espacio que necesita con paciencia para confiar en su Dom plenamente, dejarse llevar y dejarse hacer pero sin olvidar su tolerancia y comprensión para que cuando se entregue a ese Amo lo haga con la responsabilidad y consciencia de poder llevar su collar y su Dominante poner el collar de consentimiento y, posteriormente, de reconocimiento a esa sumisa.

El trabajo en esa sumisa por parte del Amo le dará el collar con esas iniciales lo cual le hará el reflejo de lo que su Amo sea tanto en amabilidad como en educación como así forjará y moldeará a su sumisa a imagen y semejanza de él mismo.

Dicen que el cuerpo de la sumisa es una sinfonía de sentidos escritos en varios movimientos. Un primer movimiento que podríamos llamar Adagio en el cual la sumisa siente, un segundo movimiento Andante en el cual reflexiona, un tercer movimiento Allegro en el cual decide y un cuarto movimiento Finale:Vivace en el cual la sumisa se entrega.

Esa composición es la que estructura los sentidos de la sumisa y que al final le da un collar, que es a la vez de dos seres por llevar sus iniciales, con un sentido común de ambos de entrega contrapuesto, que pasa por dentro de ese collar cerrándolo y, a la vez, crea en la sumisa un sentimiento de pasión que se entrelaza en su corazón.

{Rey}