Chet Baker y Mario Rey |
Es difícil escribir de uno mismo sin caer en la
pedantería y es mucho más difícil definirse dentro de un rol de dominante,
dirigido o vinculado al BDSM, sin caer en el egocentrismo o en la soberbia. Si
a todo esto le sumamos que la práctica que ejerzo está fundamentada en mis
propios principios de Disciplina China, en este blog, la redacción es una
definición casi imposible.
Mi blog es genuino, único, personal y sin plagios de nada
ni de nadie en todo su contenido y si bien carece de premios o de cierto
reconocimiento podemos observar con respecto a otros blogs que dicen mucho y no
aportan nada a lo ya conocido acompañando textos con fotografías tratadas de
modelos que nada tienen que ver ni con el mundo de la sumisión ni con el BDSM
dándoles así importancia a lo escrito antes que lo sentido.
Disciplina China no está sujeto ni a calificaciones
personales ni grupales porque simplemente se define exclusivo y libre de
propagandas o etiquetas que traten de encasillarlo juzgándolo porque mi
concepto del BDSM lo transcribí como compositor de música en este blog para no
parecerse a lo establecido hasta entonces.
No obstante intentaré ser objetivo, personal, y no caer
en cierta reiteración de mí mismo o de mi propia Disciplina China pues lo que
importa es la contribución que podamos hacer al BDSM en cualquiera de sus
disciplinas y poder hacer una meta más allá que nos enriquezca.
Cuando fundé Disciplina China no me di cuenta la
sensación ni por darme por enterado ya que me dediqué estrictamente al BDSM
como arte llamado Disciplina China y a una entrega de la sumisa que si bien ella requiere y necesita, no sin antes follar
su mente sin pausa, que para mí es el único cosa superior que creo y que ningún
otro arte supera ni de lejos.
Pocas veces he visto un amo cuyas innovaciones hayan sido
tan estudiadas, tan asimiladas y o copiadas hasta la saciedad por distintos amos
alabando la cita de Pablo Ruiz Picasso:”Los
buenos artistas copian, los genios roban”.
No hay o no existe amo en el mundo capaz de, consciente o
inconscientemente, rendir un homenaje a este blog y no hay para la casi
totalidad de todos los amos en sado o no es posible sesionar o someter a una
sumisa e improvisar con imaginación sin impedir que en algún momento, lo
quieran o no, paguen su tributo a este maestro genuino de blog que es
Disciplina China.
Verdadero modelo desde el cual se alinean los dominantes
he liberado al BDSM de complejos
y tabúes para conferir a la sumisa
el papel solista absoluto en su entrega sin medida, sado extremo, que desde el
Marqués de Sade, Disciplina Inglesa y Disciplina Alemana se venían dando las
mismas cualidades, donde la sumisa quedaba en un segundo plano dando valor al
amo dominante que se complacía y se rendía pleitesía donde ahora, en Disciplina
China, el rol de la sumisa protagonista se sacia y se complace conmigo: Parte
de inspiración y parte de imaginación e improvisación como amo.
Mi innovación es pura metafísica a través de una práctica
distinta pues mi filosofía expresa una eternidad diferente puesta en la sumisa
a través de recuerdos inolvidables puestos en su piel y marcados en su mente.
Soy sensible en lo que corresponde a la armonía del amor y a la simbiosis entre
amo y sumisa y me considero un
maestro en ambas cosas.
Quité al BDSM la palabra sado, como objetivo, cambiando
matices distintos los cuales liberaban a la sumisa de trabas y miedos que son
muy importantes para ella a la hora de su entrega, como dolor por molestia,
doma por educación o, la más importante, sado extremo por entrega sin medida.
Parezco copiado de Leonardo da Vinci. Pintor en arte pop
capaz de reflejar tanto en el lienzo como en la piel de la sumisa su deseo de sumisa
perra y zorra puta diseñada por mí. Escritor, ensayista y poeta escribo desde el romanticismo en sado
como arte hasta más allá del sentido del Subspace. Músico y compositor en sado
piano utilizo desde una fuga de Bach, una sonata de Mozart a un nocturno de
Chopin como preludio para empezar la sesión de sumisión. Inventor y constructor
de aparatos de brico-sado donde mi imaginación mecánica aporta a la sumisa
otros modos y maneras para servirme y, a la vez, complacerse nunca he dejado de
idear en algo que pudiera sorprender a la sumisa para sentirse mi perra para
más tarde sacarle la zorra puta que lleva dentro en una dominación mental como
arte. Parezco ser todo ello en conjunto o individualmente menos lo que soy y el
amo que siento: Un dominante excepcional, renovador del BDSM de los últimos
treinta años de la historia del sado.
Efectivamente.
Soy un amo creado a mí mismo con poder de imaginación,
con color en la improvisación de la práctica y pasión en la disciplina y doma
de la sumisa en esa dualidad del sado y de la doma creador de ese clima donde
esa pasión oscura y los silencios de la sesión de la entrega de la sumisa no es
otro, para mí, que el sado callado. Todo este conjunto dominado por una técnica
fenomenal que me permite ejecutar, sesionar, con éxito mis ideas dominantes. Mi
concepto del BDSM combina el arte que soy capaz de crear con la idea que, en
ese momento, deseo realizar mezcla de sado pensamiento callado. Describir mi
sado pensamiento es toda mi filosofía y su espíritu zen fusionado entre pasión
y complicidad amo-sumisa.
Campeón en la elegancia y en la melodía de someter con
delicadeza, soy uno de los amos más atrevidos e imaginativos en la práctica de
la totalidad de la amalgama del BDSM unidos en conjunto en ese crisol desde el
barroco de Sade hasta el neoclasicismo sado medical. Vademécum del sado.
Control, dominio y práctica que pocos amos poseen ya sea por conocimientos o
por la profesión ya que la práctica es lo que hace el oficio y el ejercicio del
oficio hace la profesionalidad en arte que define a cada dominante.
Creador puro donde los haya, soy capaz de someter mil y
una veces seguidas la misma disciplina, por ejemplo, y siempre encontrar nuevas
posibilidades y siempre darle un tratamiento único, diferente e irrepetible
desde lo sutil y delicado hasta lo extremo.
Auténtico Nawashi, maestro en cuerdas, mis manos pueden
practicar desde cualquier tipo de Shibari hasta un Kinbaku delicado y exquisito
o castigo o tortura en cuerdas, Semenawa y Matanawa, pasando por un arte
estético con atadura con cadenas, Suo lian: Obra, creación, aportación y arte
de mi imaginación Shibari, más allá del Bondage, cuya magia no necesita trucos.
Soy a la vez que un amo, un creador y artista virtuoso
ampliando la idea del BDSM y cuya aportación no se puede medir y no se puede
calibrar en su estética. Aquellos dominantes que inspiro lo saben bien porque se
puede aprender de lo que escribo y, personalmente, hay que aprender de mí no
como un modelo pero sí como un ejemplo porque inventé ideas como sonidos que
son nuevos y refrescantes para la disciplina sado dándole, así, otra visión a
lo ya establecido y el contenido de mis conceptos han enriquecido el BDSM. He
tratado de influir a otros doms en cuanto a calidad y cantidad de ideas abriendo
puertas creándome a mí mismo un personaje con unas ideas que yo mismo
confeccioné al igual que el diseño de mis chaquetas y camisas no dando puntada
sin hilo en mi vida.
Para mí la libertad en sado es encontrar sitio donde, en
principio, no la hay. La libertad no está en someter según normas sólidas y
rígidas de un amo que impone, tipo sastre, según sus técnicas o principios sino
en conseguir que las sesiones sean variadas y divertidas para no hacerlas
monótonas y aburridas como son orientadas en mis propios principios de
Disciplina China.
Enseño con la integridad que yo mismo someto a diferentes
sumisas sin imponer sino complementándome en amo-sumisa para crear un universo
de sumisión único que me aísla de categorías establecidas en la que llegué a
encontrar mi propia forma de libertad después de una lucha de la tradición
formal del BDSM sin llegar a renegar de ella. En sesión nunca he dejado al aire
libre ni mi poder de imaginación ni mi poder de improvisación y siempre ha
estado todo brillante, con la luz que he podido trasmitir en un mundo especial
que no se encuentra en otras cosas y que nada más está ahí.
La cantidad de mi completo conocimiento del sado extremo
y mi sentido de la doma me confieren dos mundos combinados entre sí llamados
Sadoma. Aquí también mi aportación es notable porque supe, a mi manera, desarrollar
y llevar más lejos los conceptos establecidos del sado, combinando disciplinas
e imaginación provocando así o creando así unos conjuntos diferenciados y
sorprendentes que luego aparecen de mi concepto de la entrega de la sumisa.
Toda mi experiencia hace pensar que pertenezco a una serie muy limitada de amos
que jamás han sometido mal en la vida con la idea de la sesión bien hecha como
práctica lo cual es admirable.
La mazmorra representa el único vínculo ideal y con
diferencia, para expresarme en ese medio cuando someto a la sumisa tanto en
exterior de mi pensamiento, sado pensamiento, como en interior de mi corazón
pues es ahí el ambiente completo de mi sado callado. No hay nada como la
profundidad y espiritualidad de una mazmorra, ahí un amo se siente como pez en
el agua de su propio dominio de dom y no creo que exista alguien con rol con un
mínimo de entendimiento que sea capaz desmentir esto.
Mi individualidad ha sido y es las que más han influido
en el desarrollo del sado con una evolución a través de mi técnica depuradísima
y con una amplitud de imaginación sin olvidarme de la belleza formal para crear
un estilo y una escuela de seguidores. La Sadografía de mi estilo en Disciplina China destacaría:
-.El tratamiento sutil en iniciación y educación de la
sumisa.
-.La ligereza y manera de someter con dolor pero
armonizando su entrega.
-.La pulcra contribución al orden de la doma de la sumisa
para la concesión del collar.
-.Y muy especialmente la sensibilidad del trato en la
sesión en sado extremo.
Todo lo cual configura, generalmente, los rasgos de mi
figura peculiar y mi personalidad en sado marcada.
Dos mundos se juntan en mi en esa estética entre
impresionismo y romanticismo si bien nadie podrá decir que copié nada de ellos
para crearme a mí mismo como amo integral teniendo el privilegio de los grandes
como innovador y creador en sado y que yo mismo evolucioné, pues, con mi
Disciplina China como arte consigo elevarme lo suficientemente alto para
escaparme de cualquier tipo de etiquetas, en un mundo tan elevado como lejano y
tan secreto como oscuro en el cual brilla una estrella sumisa.
Así es y soy yo, Mario Rey, un hombre que para el sado no
posee ningún tipo de secreto, desde los más sencillos rudimentos de cera,
pinzas, Spanking o estética Shibari, hasta niveles superiores de Bizarre o
Hardcore pasando por el amplio sado medical. Improvisador maravilloso con un
toque de originalidad lleno de matices que son inmediatamente reconocidos y me
hacen identificables, poseedor de un estilo que está libre de calificaciones y
certificados y que sólo trata de
demostrar que hay nuevas posibilidades en el mundo tan amplio del sado. Dejando
así, para la posterioridad, una aportación indispensable para el sado y sus
derivados sean o no parte de la sumisión. Criticado cuya aportación gratuita no
construye nada pero no criticable pues al BDSM se llega para ser no se llega
para estar.
Espero y deseo os haya podido acercar de forma humilde
pero contundente a mi fascinante, sensible, cautivador y atemporal mundo de
sentir el sado de Disciplina China.
Mario Rey: Arte en Sado
Chet Baker.Óleo sobre lienzo 30 x 40. |
Autorretrato.Lápiz sobre papel 20x30 |